Confesión: La primera vez que presenté un examen importante, olvidé cómo se escribía mi propio nombre. Sí, literal.
Te contaré cómo en Razona aprendimos que los nervios no son el enemigo, sino un GPS que nos señala dónde reforzar preparación (y cómo hacerlo sin terminar haciendo planas de “me llamo…”).
1. Las 5 emociones más comunes (y sus apodos de guerra)
En nuestros talleres de psicoorientación, les ponemos nombre a los monstruos:
- “El Fantasma del Futuro”: ese miedo a “¿Y si no paso? ¿Y si decepciono a mi familia?”
- “El Chicharrón Mental”: cuando repites “no me acuerdo de NADA” como mantra.
- “La Bola de Estambre”: esa ansiedad que empieza pequeña y termina envolviéndolo todo.
- “El Síndrome del Celular Muerto”: la urgencia de revisar el material UNA ÚLTIMA VEZ (a las 3:00 a.m.).
- “El Impostor de la UdeA”: la voz que susurra “¿Y si entro y se dan cuenta que no soy tan inteligente?”.
2. El truco de la abuela que funciona mejor que el yoga
Nuestra psicóloga estrella tiene un método poco convencional: “No combatan las emociones, rediríjanlas”.
Ejemplo práctico:
- Si tiemblas como hoja en ventarrón: “¡Perfecto! Esa energía extra es para oxigenar el cerebro”.
- Si sientes mariposas en el estómago: “Genial, son las mismas que sientes antes de un concierto o un primer beso”.
Truco de guerrilla:
Cuando el pánico ataque, escribe en una hoja:
Estoy sintiendo _______.
Eso significa que _______.
Puedo usar esta energía para _______.
Ejemplo real de Camila (2023):
“Estoy sintiendo que me va a explotar la cabeza. Esto significa que necesito una pausa. Puedo usar esta energía para repasar los temas MÁS FÁCILES y ganar confianza”.
3. Los rituales raros que sí funcionan (avalados por la ciencia… y el sentido común)
Hemos recolectado los mejores anti-nervios de nuestros estudiantes:
- El Power-Up de la toalla caliente:
“Antes de estudiar, me pongo una toalla tibia en el cuello. Es como resetear el cerebro” (Andrés, admitido en Medicina). - La playlist que no es de estudio:
Luisa (17 años) pasó escuchando cumbias antiguas: “Mi abuelo las ponía cuando arreglaba cosas. Me hacen sentir que puedo solucionar cualquier problema”. - El cuaderno de insultos creativos:
“Cuando una pregunta me saca de quicio, escribo un insulto elaborado tipo ‘¡Maldito problema hijo de una regla de tres!’. Luego lo resuelvo con más calma” (Sergio, 2024).
4. Cuando el cuerpo habla (y cómo responderle sin traductor)
Nuestro taller “Código Corporal” revela que:
- Manos sudorosas: no son enemigas. Moja una toalla con agua fría y pásala por las muñecas (puntos de pulso).
- Pensamiento en loop: camina hacia atrás. Literal. El cambio de movimiento físico rompe el patrón mental.
- Voz temblorosa: canta tus apuntes. Aunque sea en la ducha. La vibración de las cuerdas vocales reduce la tensión.
5. El botiquín de primeros auxilios emocionales (que cabe en un bolsillo)
Cada estudiante de Razona recibe este kit:
- Una hoja con tus tres mejores momentos: escribe logros pasados (“Esa vez que salvé el año contra todo pronóstico”).
- Una foto de tu “por qué”: puede ser tu familia, tu perro, o esa foto de niño donde jugabas a ser profe, astronauta, doctor o científica.
- Un objeto transfórmico: una moneda que por un lado dice “Calma” y por el otro “Confianza”. Gírala cuando necesites recordar ambas.
6. Las frases prohibidas (y qué decir en su lugar)
En nuestro diccionario de emergencia:
❌ “Tengo que pasar sí o sí”
✅ “Voy a dar mi mejor esfuerzo, como cuando ayudé a _____”.
❌ “Todos están más preparados”
✅ “Cada uno tiene sus batallas. Yo domino _____ mejor que nadie”.
❌ “¿Y si me quedo en blanco?”
✅ “Si me trabo, usaré la técnica del semáforo que practiqué 157 veces”.
7. La verdad incómoda que nadie te cuenta
¿Sabías que el 70% de los admitidos en la UdeA tuvieron crisis de llanto durante su preparación? La diferencia es que aprendieron a verlo como liberación, no como debilidad.
Como nos dijo Daniela (hoy estudiante de Derecho): “El día antes del examen lloré porque quemé las arepas. Ahora sé que era el estrés acumulado. Fue como sacar la basura emocional para entrar limpia al examen”.
8. Cuando todo falla: El protocolo Razona
Para esos momentos de “quiero tirar todo por la ventana”:
- Técnica del alienígena: imagina que eres un extraterrestre viendo la situación desde el espacio. ¿Qué le dirías a ese humano ansioso?
- El abrazo de 20 segundos: pídele a alguien que te abrace fuerte mientras cuentas hasta 20. La presión libera oxitocina.
- La pregunta mágica: “¿Esto importará dentro de cinco años?”. Spoiler: la UdeA tiene dos convocatorias anuales.
Para cerrar: Un mensaje de Estefa
“Querido futuro estudiante:
Si estás leyendo esto con los nervios a flor de piel, quiero que sepas algo: Tu ansiedad no mide tu preparación, sino cuánto te importa esto. Y eso ya te hace diferente. Respira. Toma agua. Y recuerda: ni el mejor examen del mundo define tu valor como persona. Tú ya ganaste por estar aquí, luchando”.