Razona con Estefa

Cuando la matemática se hizo amiga de la filosofía: La historia de cómo tejemos el conocimiento

Imagina esto: Estefa en 2018, frente a un grupo de estudiantes desesperados. “Es que la geometría no tiene NADA que ver con comprensión lectora”, decía uno. Ahí nació la metáfora del tejido. Hoy te contaré por qué en Razona NO creemos en las “islas de conocimiento”, y cómo esto ha ayudado a cientos de estudiantes a pasar de “no entiendo nada” a “¡ah, era obvio!”.

1. Las islas son para vacacionar, el tejido es para aprender

¿Te ha pasado que entiendes un tema en clase, pero al verlo en el examen parece chino mandarín? El problema no eres tú, es que muchos preuniversitarios enseñan como si cada materia fuera un país diferente con fronteras.

Nosotros rompimos ese mapa.

Ejemplo real:
Carlos, nuestro estudiante estrella de 2022, descubrió que los problemas de porcentajes se resolvían igual que ciertas preguntas de comprensión lectora. “Fue como cuando te das cuenta de que la llave de tu casa abre la de tu abuela”, dijo. ¿La clave? Buscar patrones comunes.

2. Aguja e hilo: Cómo convertimos conceptos abstractos en algo tangible.

Aquí entra nuestra metodología estrella:

  • Los “hilos conductores”: cada semana elegimos un concepto central (ej: proporcionalidad) y lo enlazamos con todas las áreas.
  • Clases que parecen series policiales: “Hoy resolveremos el misterio de quién mató al enunciado mal redactado” (spoiler: siempre es la falta de lectura crítica).
  • Ejercicios transdisciplinares: ¿Sabías que puedes resolver un problema de Física usando estrategias de comprensión lectora? Te lo demostraremos con café incluido.

3. El día que la tabla periódica se hizo amiga de los verbos

Te contaré un secreto: nuestras clases más locas son las que mezclan temas “incompatibles”. Como aquella vez que:

  1. Analizamos un poema de Benedetti para entender funciones matemáticas.
  2. Usamos la lista del mercado para practicar reglas de tres.
  3. Convertimos memes de redes sociales en problemas de lógica.

“Al principio pensé que estaban bromeando”, admitió Marcela, una estudiante. “Hasta que en el examen vi un texto sobre cambio climático y supe aplicar lo mismo que habíamos usado en estadística”.

4. Tejer errores: Cuando equivocarse hace mejor la trama

En Razona tenemos un ritual: cada error famoso de nuestros estudiantes termina en el “Muro de la Gloria”. Algunas joyas:

  • “Pensé que ‘hipotenusa’ era un animal prehistórico” (Julián, 2021).
  • “Creí que las ‘variables’ eran números que cambian de opinión” (Sofía, 2023).

¿Por qué celebramos esto? Porque un error reconocido es el mejor hilo para tejer nuevo conocimiento. Nuestra regla: Si no te equivocas en al menos 3 preguntas por clase, no estás intentando cosas nuevas.

5. Manual básico para tejedores de conocimiento (versión anti-aburrida)

¿Quieres aplicar este método en casa? Aquí tienes el kit de supervivencia:

  1. Busca el “¿Y esto pa’ qué sirve?” de cada tema:
    • ¿Las ecuaciones cuadráticas? Para calcular cuántas empanadas comprar en oferta sin quedarte en bancarrota.
  2. Crea tu “Mapa de Conexiones”:
    • Dibuja una telaraña gigante donde relaciones conceptos. ¿Que las fracciones se conectan con la gramática? ¡Anótalo aunque suene loco!
  3. Juega al detective interdisciplinario:
    • La próxima vez que veas un problema difícil, pregúntate: “¿Dónde he visto antes esta estructura?”

6. Los hilos invisibles que nos unen a todos

Este método no solo sirve para el examen. Estudiantes nos han contado cómo lo usan para:

  • Entender discusiones familiares (“¡Es como cuando identificamos premisas en lógica!”).
  • Analizar propagandas políticas (“Ahora veo las falacias como en comprensión lectora”).
  • Hacer presupuestos mensuales (“Son solo problemas de matemáticas con salsas y arroces”).

Como dice David, un ex alumno de medicina: “En la universidad seguí usando el método del tejido. Cuando mis compañeros sufrían con bioquímica, yo la relacionaba con historias clínicas”.

7. Advertencia: Este método puede generar efectos secundarios

Estudiantes de Razona reportan:

😎 Síndrome del “¡Eso ya lo sabía!”: cuando descubres que muchos conceptos nuevos son versiones disfrazadas de lo que ya dominas.

🤯 Visión rayos X: capacidad de ver la estructura oculta detrás de cualquier problema.

⚠️ Efecto dominó: entender un tema hace que otros tres se vuelvan más fáciles.

Para terminar: Un ovillo de esperanza

Cuando Estefa creó esta metodología, muchos le dijeron que era “muy idealista”. Hoy, con cientos de estudiantes admitidos, sabemos que el verdadero examen no es el de la UdeA, es el que nos hacemos a nosotros mismos sobre cómo aprender.

Como nos repiten en cada clase: “No estás memorizando, estás tejiendo tu red de seguridad intelectual. Y cada nudo bien hecho será lo que te sostenga cuando creas que te vas a caer”.

¿Listo para tomar las agujas del conocimiento? Nosotros tenemos el hilo… y vos tenés el talento. ¡Vamos que vamos!

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